Seguro que has escuchado o leído más de una vez sobre la doble limpieza facial y te has quedado como «¿esto qué es?» o «¿cómo hago yo esto?». Pues aquí conocerás lo fácil que es realizarla y todos los beneficios que aportará a tu piel. ¿Listo/a?
¿QUÉ ES EXACTAMENTE LA DOBLE LIMPIEZA FACIAL?
Básicamente consiste (como ya puedes imaginarte) en limpiarse la piel dos veces usando los productos adecuados. De este modo, le darás al cutis una limpieza en profundidad con la que conseguirás que tu piel luzca saludable, luminosa y suave.
Esta puede realizarse de día y de noche, y vayas o no maquillada.
Este ritual de belleza, proviniente de corea, se basa en seguir estos simples pasos:
PASO 1: Limpiador en base acuosa o aceitosa
El primer producto a aplicar es un limpiador o desmaquillante en base acuosa o aceitosa (tanto si llevas maquillaje como si no). Normalmente los encontramos en forma de aguas micelares, aceites o bálsamos desmaquillantes. Estos no necesitan aclarado.
Aplícalo en un disco reutilizable o en una toalla suave. En el caso del limpiador aceitoso, aplícalo directamente con tus manos.
Para desmaquillar los ojos presiona suavemente sobre los ellos durante unos segundos y luego arrastra hacia abajo con cuidado. Utiliza movimientos circulares suaves para retirar el maquillaje, restos de factor solar, suciedad y polución del resto de la cara.
PASO 2: Limpiador en base jabonosa
El limpiador anterior no ha sido suficiente y además ha dejado residuos del propio producto en tu piel. Así pues, usando un limpiador en base jabonosa, eliminaremos estos residuos, terminaremos de limpiar el cutis en profundidad y dejaremos la piel preparada para aplicar los productos hidratantes.
Recomendamos que pruebes nuestro Jabón sólido con Aceite de Oliva si tienes la piel normal/seca. Protege la piel de factores ambientales externos y la hidrata, al tiempo que la regenera. Al mismo tiempo, tiene un notable efecto tonificante.
Y para aquellas pieles más grasas o con tendencia acnéica optamos por elJabón sólido con extracto de Uva . Este último contiene aceite de pepita de uva ecológica, que regula la secreción sebácea (gracias a su contenido en lecitina), tonifica y elimina marcas e imperfecciones, además de ser un potente antiaging (gracias a su alto contenido en polifenoles).
Ambos estan hechos a partir de ingredientes 99% ecológicos y de proximidad.
Moja tu rostro con agua, humedece la pastilla de jabón y frótala con tus manos hasta conseguir una suave espuma. Aplica el producto en tu piel realizando suaves movimientos circulares, favoreciendo así la microcirculación. Retíralo con abundante agua tíbia y seca tu rostro a toquecitos con una toalla (¡es importante no frotar!).
PASO 3: Hidratante
Ahora que nuestra piel está limpia y libre de impurezas es el momento de aplicar nuestro tónico o crema hidratante favorita. Con la piel preparada, estos productos hidratantes se absorberán y trabajarán mucho mejor.
Para las pieles sensibles y más secas, prueba nuestra Crema Hidratante con Aceite de Avellana. Su alto contenido en vitamina A y E hace que sea equilibrante, súper hidratante y calmante. El ácido hialurónico junto con el aloe vera ayuda a suavizar la piel y aporta elasticidad.
Para pieles grasas, mixtas o con tendéncia acnéica optamos por la Crema Hidratante con Extracto de Uva. Se absorbe rápido, es muy ligera y hidrata sin taponar los poros. Su alto contenido en extracto y aceite de pepita uva controlan la secreción sebácea, protegen la piel y luchan contra el envejecimiento prematuro.
Dejar la piel limpia e hidratada es fundamental para que esta pueda hacer su ciclo natural de renovación durante la noche.
Es muy importante ser constante y realizar cada día esta simple rutina para una notable mejora en el especto de tu piel 😉
¿Que te ha parecido la rutina de doble limpieza? ¿Vas a empezar a realizarla a partir de hoy? Y si ya la haces, ¿qué consejos puedes dar a la comunidad Nina? ¡Comenta aquí o en nuestro perfil de Instagram! (@ninapriorat)
Deja una respuesta